AL MANDO DE UN CORSA, EL MARPLATENSE LOGRÓ UNA RÁPIDA ADAPTACIÓN PARA SUMARSE A LA PROMOCIONAL.
Blas Acuña giró por segunda vez a bordo de un Chevrolet Costa que tiene pasado deportivo en manos de su padre Gustavo. El joven probó en el autódromo Ciudad de Mar del Plata con la asistencia de su papá, Tito Durante y del propio equipo que lo acompaña.
Con una condición de levemente sucia, el joven piloto giró alrededor de 40 vueltas buscando conocer el andar del auto y luego conocer los límites del producto del “moño”.